Y bueno... acá estoy, sentada frente a la computadora siendo las 3:30 de la madrugada del 20 de febrero del 2021 sin poder dormir por lo que decidí ponerme a escribir, quizás así la distancia no duela tanto.
Tirada en el sofá recordándote, entre risas y llanto (mucho llanto, no sé que me pasa que no puedo controlarlo). Y es que intento descifrar esta rara sensación que invade cada célula, cada partícula cara pliegue de mi ser. Una sensación rara de felicidad tremenda por celebrar tu vida, pero de enojo y de rabia por no poderte abrazar ni besar.
Hoy decís adiós a una década para dar la bienvenida a otra nueva. Una cargada de oportunidades. Animate a experimentar, evita repetir viejos errores y no tengas miedo ni vergüenza de cometer otros nuevos, date la oportunidad de explora este capítulo que hoy comienza y que trae los sesenta. ¡Sesenta años ma! Ya quisiéramos muchos llegar a tu edad con el sin fin de vivencias que haz tenido a lo largo de tu vida.
Yo lo sé, es un cumpleaños extraño a causa de una pandemia que vino a cambiarnos todos los planes, que de una cachetada nos bajó el telón y nos clavó el freno de mano sin avisar. Todo pasó tan rápido, sin oportunidad de prepararnos para lo que se venía o trazar un plan de acción. Y es que así es la vida ¿no?, cuando pensamos que todo lo tenemos fríamente calculado, resulta que el universo decide ponernos a prueba como humanidad para darnos cuenta que nos hace falta más amor y menos peleas, más perdón y menos egoísmo, más tolerancia y menos quejas sin sentido.
Así que nada, decidí en lo que me sueno los mocos que por cierto hacen competencia con las lágrimas que caen por mis mejillas, ponerme a escribir que es lo que más o menos sé hacer. Escribir me libera, me ayuda a ordenar mis pensamientos y mis ideas.
Ma, deseo que hagas más de lo que te gusta, que seas más egoísta y te pongas en primer lugar. Deseo que compongas más, cantes y vuelvas a pintar, deseo que busques el equilibrio emocional y mental, la felicidad son picos momentáneos en la vida lo interesante es encontrar un balance. Que disfrutes de los pequeños placeres de la vida, que muchas veces desestimamos y resultan ser los más preciados.
Y como me enseñaste buenos modales, no todo se trata de pedir y desear también de reconocer y agradecer. Así que yo agradezco nuestras largas videollamadas donde las dos hacemos que "todo está bien" para no preocupar a la otra, somos las peores actrices jajaja. Reconozco esa capacidad que tenes de ponerle onda a la vida cuando la situación está jodida o de sonreír cuando quizás te estas quebrando por dentro. Tenes una capacidad tremenda de escuchar y de empatizar con todos no sólo conmigo, sino con cualquier persona que se acerque a contarte su vida, su historia o sus problemas. Tenes un corazón listo para dar, dar, dar y dar sin pedir nada a cambio.
Gracias por tu arte, tu sonrisa que lo cura todo, gracias porque construimos juntas una relación madre/hija única e increíble, ¡que fortuna la mía!. Gracias por tu honestidad extrema, por enseñarme que debo amar sin condiciones y aceptar mis equivocaciones, que debo ser agradecida y nunca olvidar de donde vengo, tengo las raíces profundas de mi tierra guaraní y cimientos sólidos del hogar donde crecí. Vos me hiciste entender que "el ave no es del nido de donde nace, sino del cielo donde vuela", gracias por amarme en libertad y respetar mis decisiones.
Gracias por dejarme verte en tus momentos más vulnerables, eso me hizo entender que sos humana y que de tanto en tanto uno también se cae. ¡Y no pasa nada! Una se sacude y sigue el paso, porque una caída no es una derrota, porque siempre habrá alguien tendiéndote la mano.
Feliz cumpleaños mamá, la única certeza es el AHORA. ¡Disfruta el ahora!, exprimile jugo a esta nueva década a la que llegas con una madurez tremenda, una experiencia de vida única y una familia que te adora. Gastate los zapatos caminando cada tramo de este nuevo capítulo que hoy comienza, suda, llora, reí y sé feliz. Sin tapujos, sin prejuicios, sin auto censura ni sobre exigencias. Sé feliz porque te lo mereces, porque haz hecho bien la tarea, no le debes nada a nadie. Haz llevado una vida recta, digna y ejemplar.
A partir de hoy se trata de saborear cada día como un helado en cono de tu gusto favorito. Que cada minuto, hora y día sean de disfrute absoluto y de ponerte a vos en primer lugar. Te aseguro que en mi corazón y mente ya te llevaste la medalla al mejor ser humano que haya conocido jamás.
Te amo profundamente. Te amo hoy y para siempre mamá.
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